Semana 37 a 38:
Las medidas del feto están sobre los 48 cm de la cabeza a los pies y
pesa unos 2.900 gramos.
A partir de la semana 37, el
recién nacido ya se considera un bebé a término. El feto sigue
acumulando grasa bajo su piel que, tras el nacimiento, le ayudará a regular la
temperatura corporal y a mantener unos niveles de glucosa en sangre correctos.
En esta semana,
el feto ya suele estar en posición cefálica (con
la cabeza hacia abajo), solo un 3% de los fetos están en otra
posición. Sin embargo, aunque suele ser muy poco frecuente, todavía es posible
que se dé la vuelta, por lo que si mantiene una posición diferente a la
cefálica.
En la semana 38 las medidas
del están sobre los 48 cm de la cabeza a los pies y el peso se
encuentra sobre los 3.000 y 3.100 gramos.
En esta semana ya podemos
afirmar que el feto está preparado para vivir fuera
del utero. El riesgo de dificultad
respiratoria al nacer es del 3%. Conforme se acerca el momento del parto, se produce un incremento de sus niveles
hormonales, que contribuirán a mantener los niveles de presión sanguínea y
glucosa después del nacimiento y
sus movimientos respiratorios aumentan.
A nivel músculo-esquelético, se ha
desarrollado el tono muscular, aunque los miembros superiores e inferiores
continúan flexionados. La grasa subcutánea aumenta y la piel es lisa y suave,
blanquecina o sonrosada. El lanugo y el vernix
caseoso continúan desapareciendo. El cabello es más largo y grueso. Las
uñas de las manos sobrepasan la punta de los dedos.